Volveré a casa por primera vez en cinco años. No volví hasta entonces porque la pareja de mi padre, Maki-sensei, se había vuelto a casar y él era quien se encargaba de sus días de estudiante. Esa noche, presencié las actividades de Maki-san y su padre, que siguen siendo tan atractivas como antes. No pude renunciar a mis viejos sentimientos por culpa de ese idiota estimulante, y no pude soportarlo y la ataqué con celos. Han sido tres días de abrazar, buscar y codiciar a mi suegra, quien fue mi maestra, con ansias.