Ya ha pasado un mes desde la última sesión, que culminó con un clímax asombroso, mostrando por primera vez una espléndida aptitud para diversas obras obscenas. El cuerpo fértil y erótico, dado por Dios, abre la boca en busca de mayor estimulación y placer, y el talento de una zorra cachonda que ya no necesita esconderse desea dar el siguiente paso y patea la arena con fuerza. Y la inusual historia de la madura tetona de Arafif alcanza un clímax de ira por tercera vez.