Un suegro amable por fuera, pero un demonio voyeurista y loco que busca sin descanso a una chica ○ hija indefensa entre bastidores. Relaciones sexuales insidiosas que lamen el cuerpo con mucha saliva. Aunque lo odio, me siento incómodo, pero mi hija, que se convirtió en propiedad personal de mi suegro porque mi cuerpo pedía una polla sucia, poco a poco cayó en mi cuerpo y mente… «Mamá, lo siento por sentirme bien».